Desafiando la gravedad,
contorsionando su cuerpo, y sudando hasta más no poder; así es como la juventud
sampedrana se contagia con el ritmo del Break Dance, utilizándolo como vía de
escape al estrés, a la cotidianidad, y
como método de prevención de la violencia.
Este baile que está causando
sensación entre los pobladores de San Pedro sula, está siendo realizada en
varias zonas, especialmente en aquellos donde el flagelo de la inseguridad está
tomando más poder; como punto de encuentro, los bailarines y aficionados de
esta danza, llegan a los Centros de Alcance (CDA´s) de la ciudad.
Al ritmo del Funk, Break Beat, Rap, Latín Break; adultos,
jóvenes y niños hacen trabajar sus cuerpos, moviéndolos como si no tuvieran
huesos, saltando y haciendo piruetas que retan la lógica de aquellos que los
observan. “Es increíble lo que hacen, no sé cómo no se quiebran los huesos,
parece que fueran de hule, pero es muy divertido y emocionante verlos”, dice Yuri, espectadora.
Entre rap e improvisación
musical, se mueven de un lado a otro, elevándose sobre sus compañeros,
haciendo batallas que miden la calidad de la coreografía de los equipos, y la
fuerza y pasión con la que bailan.
Para realizar este baile
urbano, las habilidades físicas se van adquiriendo según se vaya practicando
los movimientos, generando la
resistencia del cuerpo, ya que el
nivel de esfuerzo ira en constante evolución.
El famoso ritmo, está siendo
bailado por niños, jóvenes e incluso adultos en varias partes del mundo, y en San Pedro Sula, no se están
quedando atrás ya que hay una población en constante crecimiento que se
inclinan por el arte que esta disciplina muestra en cada comunidad.
En la capital industrial ya
se contabiliza un aproximado de 300 personas, con edades entre siete y 39
años, que disfrutan del Break Dance. Sin
importar la edad, los sampedranos practican el ritmo urbano, y aun mejor, y
aunque en un menor grado, las mujeres
también forman parte de las actividades
que los grupos del baile promueven
dentro y fuera de la ciudad.
“Por el tipo de actividad, los seguidores de
este género, tanto los bailarines como los espectadores, lo utilizan como un
medio que disminuye el estrés, olvidándose de los problemas cotidianos,
ayudando a evadir otras actividades que generan cansancio y monotonía”, asegura, JC Enamorado de Warriors Crew.
“La comunidad empieza a ver
nuestro estilo de baile como algo espectacular, por el atractivo extremo, la
disciplina y complejidad que este exige”,
Kelvin Méndez, bailarin.
Como grupo de baile, el
apoyo que se recibe es muy poco aunque las comunidades empiezan a verlos como
una forma de arte. Las pocas instituciones que los apoyan son las
organizaciones no gubernamentales (ONG`s) y los organismos internacionales, que
creen en el Break Dance como una forma de educación artística, de recreación y
esparcimiento para la prevención de la violencia en las comunidades
vulnerables.
Divertirse y ejercitarse al
mismo tiempo es posible, si se es amante del Hip Hop, la práctica del Break
Dance es una opción para hacer ambas cosas a la vez, o al menos puede ser una
oportunidad para salir de la rutina e ir a ver a los bailarines del contagioso
ritmo.