sábado, 21 de octubre de 2017

De Universidad del Mal a Universidad de Creación de Riquezas

El centro penitenciario de San Pedro Sula, un lugar donde personas que cometieron delitos contra la ciudadanía pagaban sus condenas, al mismo tiempo que desde ahí se forjaban los planes criminales que seguían asediando a la población. La llamada Universidad del mal ha cerrado sus puertas y los ciudadanos se encuentran a la expectativa de lo que se construirá en el predio.

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Foto:  nonosolvidamosdehonduras.blogspot.com
¿Por qué no convertir este espacio en una nueva universidad; sí, un centro que construya conocimiento, que haga crecer la riqueza en todos los aspectos, que eleve la dignidad humana, que forje esperanza para los sampedranos y sus alrededores y que se pueda replicar en otras zonas del país?

Los hondureños merecen un espacio donde puedan converger y poner a prueba sus ganas de salir adelante, de echar a volar su imaginación, donde se reúnan las mentes brillantes para trabajar en conjunto por el país que queremos. Los emprendedores, merecen estar ahí dentro de ese espacio, para que contagien a la población de las ganas de crear soluciones a los problemas cotidianos que nos acontecen.

Divertirse, aprender, apreciar el arte, emprender, compartir, ejercitarse, todo junto en un solo lugar. Así funcionan las ciudades más desarrolladas del mundo, y San Pedro Sula por muchos años ha olvidado que es “la ciudad del adelantado”, es hora de poner a la Ciudad de los Zorzales en movimiento, en crecimiento y eso solo se puede lograr creando el talento que necesita.

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Una Smart City solo se puede construir si se crea también el talento humano que nos lleva a crear soluciones tecnológicas y también se convierten en usuarios de la tecnología.

Un mega parque que albergue un área para el emprendimiento tecnológico con acceso a internet de alta capacidad, espacios para eventos de emprendimiento, incubadoras, espacios de trabajo compartido, etc; espacios para hacer ejercicio, una zona que promueva el arte, un espacio para compartir en familia, cafeterías, juegos para niños, biblioteca, escuela de educación técnica en el uso de las tecnologías, todo en un solo lugar.

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Esta sería la mejor inversión que se ha hecho en la mejora de la calidad de vida de la población, inversión que generará riqueza en capital humano y económico para mejorar la productividad y la dignidad humana.

lunes, 24 de julio de 2017

Los otros muros que encierran a Honduras

Los otros muros que encierran a Honduras, es una metáfora que parece ir tomando forma, de tal manera que se siente que falta el aire.

Situación económica de Honduras

Migrantes que sostienen una economía nacional, las remesas en Honduras crecen en un 14% en lo que va del año 2017, donde se recibieron un aproximado de $1,383 millones según el Banco Central de Honduras (BCH).

El tema de los migrantes se convierte para muchos en un tema de preocupación, pues aquellos que sostienen la economía en un gran número de familias pueden venir deportados entre las 1500 personas mensuales que en promedio llegan a Honduras desde los Estados Unidos.

Entre esos que regresan a su país viene un gran porcentaje que no encontraran una oportunidad de empleo, por la escases de trabajo que existe, otros que no lo encontraran por la estigmatización que se genera en la empresa privada, ya que para la cultura hondureña todo aquel que se tatúa pertenece a una pandilla o mara (antecedentes que se dan por el inicio de estas), otros que intentaran regresar en busca del sueño americano, pero con pocas posibilidades de encontrarlo.

Todos estos problemas vienen a poner presión en la sociedad, la cual se siente limitada para dar respuesta a las grandes necesidades que en este momento acarrea Honduras.

Aquellos soñadores que aumentaron la migración de personas y que hoy suman casi un millón de hondureños viviendo en el país del norte, son consecuencia de la extrema pobreza en la que el huracán Mitch en 1998 dejó al país centroamericano, quien perdió a más de 5,000 habitantes, y se vio sumido en la miseria que los huracanados vientos y las torrenciales y fuertes corrientes de agua arrastraron a su territorio.

Realidad

Que Donald Trump, presidente de Los Estados Unidos de América, amenace con la deportación masiva de latinos, y en su mayoría centroamericanos no es un motivo para detener los sueños de aquellos padres e hijos que cruzan el largo y peligroso camino, con la esperanza de darle una vida mejor a sus familias. 

No es suficiente que Trump haga el muro más alto para detener a aquellos que escapan de la violencia, aquellos que buscan oportunidades económicas. Pues con las grandes necesidades del país las cuales nacen hace más de 200 años de historia de corrupción, de inequidad y de injusticia social son el combustible para seguir intentando migrar hasta los Estados Unidos.  

Aunque en este momento la situación de Honduras esté mejorando a pasos lentos, no es visible a los ojos de todos, aún falta mucho para que los casi nueve millones de hondureños puedan sentir que las oportunidades para todos existen, pues la confianza se ha perdido, y se tendrá que vencer a la historia que se arrastra.

El Camino hacia el norte

En una entrevista con Hernán Villeda de 44 años, podemos encontrar los muchos casos que enfrentan los migrantes latinoamericanos que buscan ese sueño, que se convierte en pesadilla americana para muchos.

En el 2007 decidió iniciar aquella travesía, dejando la frontera de Honduras con la fe puesta en Dios, la esperanza de un futuro mejor y la confianza en su amigo que lo llevaría hasta Laredo y de ahí en adelante los llevaría otro guía hasta su destino final.

Son muchos los hondureños que han tenido que cruzar los duros y fríos caminos de los desiertos, y a veces el fuerte sol que deshidrata a su paso; otros simplemente son jinetes de una bestia indomable, la cual no tienen más opción que montar para cumplir su sueño y el de su familia.

“Cosas que no puedo olvidar fueron los relatos que escuchábamos de los que venían atrás de nosotros, quienes comentaban que los habían asaltado, y en el camino, ya casi por llegar al tren fue otra experiencia traumática, recordar aquel mal olor que provenía de los residuos de cinco hombres que habían sido arrollados y asesinados por la Bestia, y Gracias a Dios a mí no me paso nada”, menciona Villeda, quien a pesar del tiempo que hace de su regreso parase sentirse aliviado.

Cuando le preguntamos si después de ver aquellas situaciones en las que se encontraban o que veían que otros padecían se hubiese querido regresar solo mencionó: “No miren hacia atrás, porque sino, se van a querer quedar, nos decía el amigo coyote que nos llevó, la verdad ya era una decisión tomada así que no era opción regresarnos”.

La situación que vivió fue aún más difícil cuando al llegar a una casa a donde los llevaron los coyotes estaban desorientados, pensaban que los traían de vuelta para Honduras, fueron 15 horas aproximadamente las que estuvieron encerrados, sin saber dónde estaban. Veintidós personas entre ellas 19 varones y tres mujeres quienes  eran cuidados por cuatro hombres, “él guía” y los encargados del “delivery” de los migrantes en los lugares acordados con los familiares.

Las amenazas de muerte fueron parte del menú de la travesía de aquel viaje, quienes fueron obligados a pagar la deuda no pagada por uno de los migrantes, quien se escapó.   
“A la frontera los llevaremos y ahí los mataremos si no nos pagan lo del compañero que se fue” fueron las palabras del guía según relatos de Villeda.

Las emociones que torturan

Pero, ¿por qué tomar un camino tan peligroso?
Hernán tenía una familia, tres hijos, el menor de un año y medio y su esposa a quienes dejó para buscar vida mejor para ellos.

Antes de irse trabajaba como taxista en punto de taxis colectivos de una ruta de la ciudad de San Pedro Sula, pero su sueldo no alcanzaba para mantener a los suyos. Migrar es la mejor opción que encuentran muchos, cuando de apalear la pobreza se trata, aunque eso implique dejar a sus dos varones y su pequeña.

Mientras estuvo en Estados Unidos fue muy duro tener que enfrentar la realidad de que no era tan fácil la vida allá como parecía que lo pintaban, en esas tierras tan lejanas y solo, pues tienes una familia que no puedes abrazar.

“Hubieron varias cosas que me hicieron pensar en regresar, especialmente el no ver crecer a mis hijos, yo no me arrepentía de haberme ido, si no que me arrepentía de no haber disfrutado a mis hijos, me perdí su infancia y lo que más me duele y que me hizo tomar la decisión de regresar a Honduras fue una conversación con uno de mis hijos, quien me dijo que ya no me conocía, que no se acordaba de mi” mencionó Villeda con una voz entre cortada.

El ciclo de los problemas de la migración

Como Hernán, muchos latinoamericanos migran para Estados Unidos como indocumentados para darles una vida mejor a sus familias, sin imaginarse el problema que está dejando atrás, un ciclo de grandes flagelos sociales, que inician con la desintegración familiar, la deserción escolar, el mal uso del tiempo libre, la no practica de los valores, hasta desencadenar en la violencia.
Honduras es un país con altos índices de violencia, que se genera principalmente por la corrupción que ha venido carcomiendo los poderes del Estado, siendo alimentados por los problemas sociales como la falta de empleo, la migración, la falta de una educación de calidad y los altos niveles de injusticia, lo cual hace que los hondureños elijan migrar a Los Estados Unidos buscando lo que no encuentran en su país.

¿Qué hacer cuando no solo se quiere entrar entre los muros de Donald Trump, sino que se quiere salir de los propios muros que te asfixian y no dan una solución a los problemas que te roban hasta el aire?




jueves, 16 de febrero de 2017

San Pedro Sula busca convertirse en la Smart City de Centroamérica


San Pedro Sula, la ciudad industrial de Honduras, ahora busca convertirse en la Smart City de Centroamérica.



Honduras ha sido estigmatizada durante los últimos años por la violencia que los acoge, convirtiendo a San Pedro Sula como una de las ciudades más vulnerables del mundo que lucha contra éste flagelo. Sin embargo, están trabajando arduamente para renovarla y revitalizarla como la ciudad de las oportunidades para sus pobladores.

El territorio hondureño tiene una vocación agrícola, sin embargo, San Pedro Sula se convirtió en la capital industrial, con más 20 ramas industriales, como la textil, la farmacéutica, plásticos, tabaco, etc., siendo la zona metropolitana del Valle de Sula la que genera el 62 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

La ciudad ha mostrado las necesidades del uso de la tecnología, para lo cual es necesario el capital humano que ayude a crear soluciones a la problemática cotidianas o las necesidades de evolución que se presenta en el desarrollo de productos y servicios en las empresas de la industria y también para atraer oportunidades de inversión extranjera.

Para el desarrollo del capital humano que estas empresas necesitan y para mejorar los índices de empleabilidad en la ciudad, Thinkers and Makers, una organización de jóvenes emprendedores que se enfocan en el fomento del emprendimiento de alto valor ahora lanzan su academia de programación, DevAkademy.

Para conocer más sobre esta iniciativa, Distintas Latitudes entrevistó al director de DevAkademy y a un programador de la ciudad, quienes nos hablaron del objetivo y los beneficios que esta academia u otros espacios que puedan crearse traen a la ciudad.

“DevAkademy tiene como objetivo crear las capacidades tecnológicas que necesita el capital humano para convertirse en desarrolladores de software con el que puedan resolver problemas cotidianos”, mencionó David Sandino, Director de DevAkademy y Co-fundador de Thinkers and Makers.

San Pedro Sula, busca convertirse en un polo tecnológico que logre conectar empresas nacionales, transnacionales tecnológicas y emprendedores que buscan un empleo fijo, ser freelancers o quieren generar su propia StartUp.

DevAkademy combina un 80 por ciento de lenguajes de programación, Backend, un 10 por ciento de frontend y un 10 por ciento de emprendimiento que permite a los participantes conocer las bases para iniciar sus negocios tecnológicos.

El programa inicial está enfocado a principiantes lo cual crea un semillero de jóvenes y adultos interesados en aprender a programar y poner en práctica sus conocimientos, los cuales trabajan con ayuda de un mentor y de la comunidad de programadores que se está formando entre ellos.

“DevAkademy es una propuesta fresca e ideal para la ciudad, se están haciendo muchos esfuerzos para que la tecnología sea de uso más frecuente en cada comercio o emprendimiento y uno de los recursos más importantes para lograrlo es el programador, muchas veces gente interesada en programar no llega al punto de convertirse en uno por falta de alternativas, ahora DevAkademy se las brinda, además que como academia están siendo muy puntuales con las nuevas tecnologías que se usan en el medio”, opina Leonel Sánchez, programador.

Paralelo a la comunidad de emprendimiento ahora se busca crear una plataforma de desarrolladores tecnológicos para que compartan conocimientos, experiencias, ideas, creación de eventos, soluciones a sus códigos y hasta oportunidades de trabajo entre los participantes, al mismo tiempo que aprenden los principios de la creación de StartUps.

La comunidad de emprendimiento lleva un aproximado de tres años trabajando en la ciudad, creando las condiciones y las oportunidades para los participantes a través de eventos como StartUp Weekends, Angel Hacks, TEDx, Software Libre, FuckUp Night, Honduras StartUp, talleres y sesiones de inversión Ángel, Modelos de negocio, entre otros.

La iniciativa de estos jóvenes visionarios parece ir encaminada al plan maestro de la ciudad que busca el desarrollo urbano para convertir a San Pedro Sula en la ciudad inteligente y atraer inversión empresarial mejorando su infraestructura como ciudad y mejorando sus servicios como sitio de turismo de negocios enfocados en la aplicación de la tecnología.