País considerado como uno de los más urbanos de Latinoamérica,
con riquezas naturales, con mineras de hierro, acero, aluminio, con una
industria de montajes de vehículos, bienes raíces y con mucho turismo, y sin olvidar la producción agrícola y sobre todo, la producción de petróleo,
mineral que cambió la historia económica de Venezuela, hoy se ve involucrada en
una inestabilidad causada por el tirante método del socialismo del siglo
XXI y los grupos de oposición a la derecha.
Venezuela, es un país que desde el siglo XX ha sufrido las
consecuencias de los gobiernos dictatoriales y la inestabilidad política y económica.
Sumándose Hugo Chávez, que, aunque
elegido por medio de votos en las elecciones del 1999, reescribió la constitución
de la República Bolivariana de Venezuela para poder perpetuarse como único presidente
de este país.
Con la muerte de Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro se convierte en el nuevo sucesor del
presidente ya fallecido, y le da rienda suelta al intento casi logrado, de
eliminar los poderes del estado, tomándose atribuciones que le corresponden
solo a estos.
Aunque Maduro intente ser una copia de Chávez, le ha faltado mucho para poder dirigir a su país,
pues como dice un dicho popular, no es lo mismo verla venir, como platicar con
ella.
Los hechos ocurridos hasta el momento, han sido enormes y
escandalosos, pero, más que todo preocupantes: la escasez de productos en los
supermercados y hasta el papel donde se imprimen los medios de comunicación
escrita han hecho que la población tenga que hacer enormes filas para obtener
lo necesario para sobrevivir.
El cierre de medios
de comunicación es otra de las situaciones por las cuales las marchas se han intensificado,
“la prensa libre corre el riesgo de desaparecer”, dijo, la Asociación de Prensa
Sudamericana, estos junto con otras organizaciones que dicen el gobierno de
Maduro busca una política de estado, donde se silencie la crítica y la libertad
de expresión, especialmente para los medios independientes.
Chávez y ahora Maduro, tienen una constante enemistad con
EE.UU. hasta el punto de llamarlos “enemigos”, sin embargo los dos países tienen
lazos comerciales, especialmente por el petróleo. En EE.UU. hay tres refinerías
pertenecientes a Venezuela y más de 600 distribuidoras en el país del Norte. Eso
solo demuestra, que los gobernantes actuales que se llaman socialistas bailan al
son que les toquen y, hasta el día de
hoy, hay una constante manipulación de la ciudadanía bolivariana por parte de
estos grupos, gobernantes y opositores.
Un país polarizado políticamente, se ha convertido en
constantes manifestaciones y concentraciones, donde se defiende o se le hace
oposición al gobierno. Estas manifestaciones de oposición, donde claman por el
derecho de tener una vida digna y justa, donde sus derechos sean cumplidos, han
provocado la muerte de jóvenes y también muchos han resultado heridos.
La verdad es que hay grandes problemas económicos y sociales
en Venezuela, pero lo más fácil para su gobernante es culpar al imperio
norteamericano de todo lo que no se ha hecho bien con el gobierno socialista,
que está de moda en Latinoamérica.
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