El nuevo estudio sobre la corrupción en Latinoamérica,
realizado por la Universidad de Vanderbilt, muestra cifras alarmantes, y, Honduras está entre esos país donde la corrupción es un enorme problema.
En nuestro país, la corrupción ha evolucionado
tanto, que ya no es una, ni dos personas las involucradas en tales actos,
hablamos de una mafia de tamaños comparados a los del crimen organizado.
Para mejorar esta situación deberíamos imitar a
Brasil, uno de los países que se encuentra por debajo del promedio regional de
corrupción, ya que ellos están poniéndole un alto a esta situación delictiva, cumpliendo
y haciendo cumplir las leyes; y no podemos dejar atrás el ejemplo más grande de
la honradez y honestidad, sí, hablo de Chile, donde el índice de corrupción es
el más bajo de todos. La única manera de bajar nuestro índice es ponerle un
alto a la impunidad, a la omisión y a la ineptitud de nuestras autoridades para
hacer cumplir la ley.
Un buen escarmiento debería de ser dado a
aquellos que piden favores o dinero a cambio de una actividad no legal y en
contra del beneficio de los hondureños.
“Lo que muestran las cifras, es, que cuando la
gente piensa que las instituciones son corruptas, es más proclive a pagar y
aceptar sobornos. Por otra parte, cuando la gente ve que el gobierno reprime la
corrupción, como en Brasil, la gente se comporta de forma más honesta”.
Podríamos ponerlo tan simple como cuando
nuestros padres nos castigaban cuando éramos pequeños, no volvíamos a cometer
el mismo error, a menos que fuéramos muy necios, y si mirábamos que a nuestros
hermanos los castigaban por algo, ni siquiera intentábamos hacer lo que ellos
hicieron.
Está claro, la imagen de quienes nos dirigen
debe cambiar, o esto será como una pelota de nieve, que crece sin medida y sin
importarle a quien se lleva por enfrente.
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